“Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestra comunidad», afirmó el Pontífice durante el tradicional rezo del Ángelus.
Un día después de que aparecieran en Roma afiches anónimos en su contra, el papa Francisco pidió a los cristianos “alejar la envidia y la difamación”. Además, ratificó su condena al aborto y la eutanasia.
“La misión de los cristianos en la sociedad es dar sabor a la vida con la fe y el amor que Cristo nos ha donado, y al mismo tiempo alejar los gérmenes contaminantes del egoísmo, la envidia y la difamación”, aseveró el sumo pontífice durante el tradicional rezo del Ángelus dominical.
“Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestra comunidad, que deben en cambio brillar como lugares de solidaridad y reconciliación”.
Y continuó: “Para cumplir esta misión, hace falta que nosotros mismos seamos los primeros liberados de la degeneración corruptora de los influjos mundanos”.
Durante su tradicional mensaje frente a los fieles en la plaza San Pedro, el pontífice recordó además la Jornada por la Vida y dedicó un mensaje contra el aborto y la eutanasia.
“Llevamos adelante la cultura de la vida como respuesta a la lógica del descarte y a la caída demográfica; rezamos juntos por los niños en peligro por la interrupción de un embarazo”, reflexionó.
“Toda vida es sagrada, la de un niño por nacer y la de una persona cercana a la muerte”, sentenció.
Roma amaneció el sábado con afiches anónimos contra Francisco. La agencia ANSA indicó que es “fácilmente relacionable a los ambientes conservadores que cada vez más manifiestan su oposición al magisterio y la línea de Francisco”.
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