La Cruz Roja Internacional trabaja para evitar aún más la propagación. Hay alrededor de 2.000 infectados con esta bacteria en los campamentos de refugiados.
En los primeros tres meses de 2018, más de 40 refugiados de la República Democrática del Congo (RDC) muerieron en dos campamentos de Uganda en lo que va de año debido a un brote de cólera provocado por la superpoblación y la falta de acceso a agua limpia, según informó hoy la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
Las «condiciones higiénicas inadecuadas» provocaron más de 2.000 casos de cólera en los campamentos de refugiados de Kyangwali y Kyaka II, situados en el oeste del país, cerca de la frontera con la RDC, señala el comunicado emitido desde Nairobi.
El creciente flujo de refugiados congoleños hacia Uganda -desde principios de año llegaron más de 70.000- provocaron que las instalaciones médicas de este país no puedan hacer frente al brote, ya que se encargan de un alto número de casos de enfermedades respiratorias, malaria, diarreas y trastornos psicológicos.
El secretario general de la Cruz Roja ugandesa, Robert Kwesiga, sostuvo: «Estamos preocupados de que pueda haber una explosión de los casos de cólera. (…) Nuestros voluntarios están trabajando duramente para detener la propagación de este brote”. Se trata de una enfermedad sumamente contagiosa y de rápida propagación.
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