Con un nivel estimado de inflación para 2011 en torno al 25% anual, los gremios presionan por mantener los salarios en niveles reales
Con un tipo de cambio casi fijo, los costos laborales en dólares aumentan a paso firme, conduciendo a la economía argentina a una pérdida de competitividad que la ubica en niveles similares a los registrados antes de la mega devaluación de 2002.
Estos costos laborales -medidos en dólares y corregidos por productividad- ya superaron los niveles de la década de los 90, de acuerdo con un informe realizado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
La situación todavía no es «explosiva», gracias a que la presencia de los países asiáticos eleva el precio de la soja a niveles récord y porque, a diferencia de la década anterior, Brasil cuenta con una moneda apreciada que impulsa las exportaciones argentinas, agrega el estudio.
En 2010 el costo laboral en dólares ajustado por productividad (aumento del costo menos el crecimiento de la productividad) fue un 2% superior al promedio entre 1996 y 2000, según publica Ámbito Financiero.
Aumenta la disparidad
En diálogo con el matutino, Jorge Colina, economista e investigador del IDESA, explicó que la preocupación crece cuando uno analiza el panorama de 2011.
«Si los aumentos salariales son del 30%, como ya están sugiriendo los sindicatos, y el dólar se mantiene, como es de esperar que suceda, entonces los costos laborales van a crecer mucho más que en la época de la convertibilidad», advirtió.
Un 30% en puerta
Un panorama similar plantea el presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadín Argañaraz.
«Con un aumento de los sueldos del 30% y una devaluación anual que se ubicará entre el 5% y el 10%, el aumento del costo laboral en dólares estará alrededor del 25% para 2011 y no se ve que la productividad le siga el ritmo».
La pérdida del colchón cambiario, está haciendo que varias industrias vuelvan a reclamar bajas de impuestos nacionales, provinciales y municipales, señaló Argañaraz.
Temores vinculados
El temor principal de esta situación viene de la mano de aquellas industrias exportadoras que no tengan posibilidad de trasladar el alza de los costos a los precios.
«Mi miedo es por lo que pueda pasar con el nivel de empleo en 2012, sobre todo teniendo en cuenta la performance de aquellas empresas que sean tomadoras internacionales de precio», agregó Argañaraz.
A partir de la mega devaluación de 2002 los costos cayeron abruptamente para luego crecer -año a año- hasta recuperar el nivel del año 2000.
Cambio real
Para Colina, hoy la solución no pasa por una nueva devaluación. No parece un plan posible con la gran cantidad de divisas que hay en el país. A la larga el tipo de cambio real sería igual, sostuvo.
Tampoco se trata de satanizar los aumentos salariales. Para el economista no hay ningún problema en realizarlos, siempre que la productividad crezca en igual o mayor medida. Europa exhibe los más claros ejemplos de esta situación.
En Grecia, Irlanda, Portugal y España los costos laborales aumentaron hasta superar la productividad, razón por la cual se encuentran en crisis. En la otra cara de la moneda, Alemania atraviesa la situación inversa y se muestra otra vez como el motor del Viejo Continente.
Cuestiones tributarias
En tanto, en la Argentina, para impulsar el desempeño de la economía -explicó Colina- hay que eliminar los impuestos relacionados con la productividad: retenciones, impuesto al cheque, al trabajo, entre otros.
«El Gobierno tiene que enfocarse en los dos tributos que son vertebrales a nivel mundial, como son Ganancias e IVA. Hay que repensar íntegramente el sector público y procurar un mayor criterio productivo», indicó.
No obstante, para Argañaraz la aplicación de estas medidas no será sencilla.
«El sistema tributario es un instrumento genuino para recuperar competitividad. Pero se debe tener un alto nivel de responsabilidad fiscal. Una reforma tributaria que implique eliminar el impuesto al cheque tiene que financiarse con menor gasto público. Es muy difícil pensar que algo de esto suceda en el corto plazo», aclaró al matutino.
Medidas paliativas
Por último, Colina sugirió que algunas de las medidas que se toman para recuperar el terreno perdido no apuntan al fondo de la cuestión.
«Se establecen aumentos no remunerativos o se recurre a demorar las importaciones», señaló el economista en referencia al régimen de Licencias no Automáticas.
Fuente: iProfesional