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Leyes y políticas

Buscan fomentar la promoción e inversión en PyME

Se trata de una iniciativa de Pablo Donati (FLR) que prevé crear un Régimen Integral de Promoción e Inversión PyME (RIPI), a fin de fomentar la reactivación de las pequeñas y medianas empresas.

Buscando fomentar la reactivación económica de la Ciudad, el diputado del Frente Liberal Republicano (FLR) Pablo Donati presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley que busca crear el Régimen Integral de Promoción e Inversión PyME (RIPI), con el fin de propiciar la inversión productiva y acompañar a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) en su radicación y crecimiento.

En ese sentido, el texto sostiene que podrán acogerse a ese régimen las personas humanas o jurídicas, radicadas en la Ciudad, que revistan el carácter de pequeña o mediana empresa.

De esta manera, se buscará darle cuatro años de estabilidad a esas empresas y podrán acceder todas aquellas que presenten un plan de nueva inversión productiva o ampliación de proyectos existentes, no menor a siete mil UVAs, con compromiso de mantenimiento por al menos tres años.

Las empresas beneficiarias del régimen podrán acceder a los siguientes beneficios: exención del 100% del Impuesto sobre los Ingresos Brutos durante el primer año de vigencia del proyecto, 50% durante el segundo año y 25% durante el tercero; exención del 100% del Impuesto de Sellos respecto de los contratos vinculados al proyecto; y acceso prioritario a programas públicos, asesoramiento técnico especializado y procedimientos administrativos simplificados.

Además, habrá beneficios adicionales para las empresas que acrediten la creación de empleo formal, con trabajadores con residencia en la Ciudad.

En los fundamentos de la iniciativa, Donati señaló que “el Régimen Integral de Promoción e Inversión PyME (RIPI) propone revertir la situación mediante un esquema integral de beneficios tributarios temporales, estabilidad normativa, simplificación de trámites y estímulos complementarios vinculados a la inversión, el empleo formal y la contratación de proveedores locales. Este enfoque no solo es legal y técnicamente viable, sino que ha sido adoptado exitosamente en diversas jurisdicciones provinciales de la Argentina”.

Por lo que señaló que “desde una perspectiva fiscal, el RIPI no representa una renuncia permanente de ingresos, sino una inversión estratégica. Los beneficios que contempla son escalonados, acotados temporalmente y condicionados al cumplimiento efectivo de compromisos de inversión, empleo o integración de proveedores. Esto permite transformar recursos fiscales inactivos en mayor actividad económica, con efectos multiplicadores sobre la recaudación futura y el entramado productivo de la Ciudad. Además, al excluir tributos clave como el ABL, Patentes e Inmobiliario, se garantiza el flujo de ingresos esenciales para el funcionamiento del Estado local”.

“El proyecto prevé una arquitectura institucional moderna y transparente, con un registro público de proyectos, una comisión de evaluación multisectorial, incentivos adicionales por sostenibilidad, y mecanismos de control y rendición de cuentas. Se trata de una propuesta basada en principios jurídicos sólidos, experiencias exitosas y parámetros económicos responsables, diseñada para fortalecer al sector que más empleo genera y más dinamismo aporta a la economía local”, completó.

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