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El choque petrolero

Las rebeliones en Oriente Medio y el norte de África dispararon el precio del crudo. Y las economías más desarrolladas, sobre las que se guardan esperanzas de recuperación, son más dependientes del petróleo y ejercen presión sobre la inflación. Cómo sigue la crisis.
Por Gustavo Fiuma

Los últimos datos de la economía de Estados Unidos y de Europa dieron señales que la recuperación mundial se mantiene. Pero esta mejora parece haberse puesto en jaque en las últimas semanas por los conflictos en Medio Oriente y en el norte de África, generando nuevas preocupaciones en el mercado internacional. Y como si algo le faltara al complicado contexto internacional la reciente catástrofe en Japón, de la que aún se desconoce la magnitud de los daños y consecuencias reales, sembró otra mina terrestre de incertidumbre.

El primer impacto fue un retroceso del valor del barril de crudo relacionado con la relevancia de Japón como tercer importador del mundo, lo que se traduciría en un freno de sus compras de oro negro. A esto se sumaron los datos de los inventarios semanales de crudo en los Estados Unidos, por lo que los analistas consideran que la demanda va a seguir floja. Además los factores estacionales también apoyan la baja del precio del crudo.

Sin embargo, teniendo en cuenta el contexto de frágil recuperación de la economía global y el aumento de los precios de los commodities, con la inflación presionando en todos los países, se intensificó el debate sobre el impacto de la crisis en Medio Oriente, que de por si continúa sin grandes modificaciones. La clave pasa entonces por contemplar un choque relevante en el mercado petrolero que reduciría la tasa de crecimiento económico y elevaría la inflación.

En las últimas semanas las crisis desatadas en Medio Oriente y el norte de África impactaron fuerte en el escenario global, fundamentalmente por la relevancia que tiene la región en la producción de petróleo y sus impactos directos sobre la oferta de crudo e indirectos sobre los precios internacionales y la actividad económica.

Todo comenzó en Túnez con las manifestaciones populares que en enero derrocaron al presidente Zin al Abidine Ben Alí después de 23 años en el poder.

El ambiente de revolución se extendió a Egipto, donde ganó proporciones internacionales con el riesgo de cierre del canal de Suez, pero fue en Libia donde las manifestaciones tuvieron su mayor impacto en los mercados internacionales elevando el precio del petróleo a su mayor nivel desde agosto de 2008.

En esta fase los riesgos tomaron proporciones más relevantes dado que Libia es el mayor productor de petróleo liviano en la región (el más usado para el refinamiento de combustibles) y posee la mayor reserva probada de África. Libia es uno de los principales abastecedores de petróleo de Europa, fue el 16° exportador de petróleo del mundo en 2009 y actualmente produce cerca de 1,6 millones de barriles diarios, lo que representa un 2% de la producción global.

Para los analistas el riesgo de contagio hacia los demás países de la región ya no es despreciable. Al respecto vale señalar que ya hubo incidentes en Argelia, Bahrein, Yemen, Irán, Jordania y Omán.

Para los economistas la región muestra un cóctel explosivo dada la elevada población joven, con altas tasas de desempleo y una inflación de alimentos con tendencia al alza. Esto casi garantiza un escenario de permanentes tensiones y eventuales caídas en los niveles de producción petrolera.

Precisamente, el punto crítico de estas crisis radica en la importancia estratégica de la región, que posee la mayor reserva probada de petróleo y gas natural, siendo la principal productora y exportadora de crudo.

Si a la baja capacidad ociosa de producción de petróleo se suman eventuales pérdidas adicionales, podría haber un impacto significativo en los precios.

En enero, la capacidad ociosa era estimada en 5,5 millones de barriles diarios, lo que equivale a un 6% del consumo mundial, teniendo en cuenta que la totalidad de esa ociosidad está concentrada en los países de la OPEP. Con la interrupción de la producción en Libia, ya otros países dijeron que elevarán sus niveles diarios para compensar esa menor oferta.

Pero esto significa que la capacidad ociosa se reduce aún más: se estima al 4,5% del consumo global, el menor nivel desde septiembre 2008. Una eventual crisis en otro país como Argelia podría reducir la capacidad ociosa al nivel de mediados de 2008, cuando el precio del barril alcanzó los 145 dólares.

Los inventarios de los países de la OCDE, estimados en 2.700 millones de barriles, representan un mes de consumo global de petróleo con la actual capacidad ociosa.

Considerando la posibilidad de que los conflictos no se resuelvan rápidamente, con impactos directos en la producción, en la capacidad ociosa de petróleo y más allá de los stocks existentes, todo indica que los precios del oro negro seguirán presionados.

Hay que decir que ya los precios del petróleo venían subiendo desde fines de 2010 ante la mayor demanda mundial y las mejores perspectivas de crecimiento de los países desarrollados.
La demanda creció 2,8% en 2010 y recuperó el nivel del 2008 antes de lo esperado por los analistas. Previo a que se desataran los conflictos, para 2011 se estimaba un incremento de la demanda de 2,4% en virtud de que la oferta mostró un aumento de 2,4% el año pasado, y en 2011 debería crecer 1,7%.

Los precios del barril debían ubicarse entre 95 y 100 dólares en promedio este año con una leve trayectoria alcista a lo largo del 2011.

Una suba más pronunciada en los precios del petróleo podría tener impactos inflacionarios y negativos sobre la economía global. De acuerdo a un estudio del FMI, un aumento de 100 por ciento en los precios del crudo tendría un efecto negativo de 1,4 puntos porcentuales en el PBI global y elevaría la inflación mundial en 1,5 puntos porcentuales en el horizonte de un año.

Antes de continuar con el análisis de los probables impactos y demás pronósticos de los analistas, vale recordar qué ocurrió en los anteriores shocks petroleros. Según datos de Bloomberg y MSCR, en el embargo petrolero de octubre de 1973 la pérdida de producción en el pico fue de 5 millones de barriles diarios y el precio del crudo trepó 238%. Al comienzo de la Guerra entre Irán e Irak, en septiembre de 1980, la pérdida de producción fue de 2,5 millones de barriles diarios y el precio aumentó 204%, mientras que en el último shock de oferta de petróleo de agosto de 1990, con la invasión de Kuwait por Irak, la caída de la producción fue de 4 millones de barriles diarios y el crudo aumentó un 158%.

A la hora de evaluar el efecto de los precios del petróleo sobre el crecimiento hay que tener en cuenta qué tipo de fenómeno se espera. Para la mayoría de los analistas en este momento el choque actual de precios del crudo tiene una gran probabilidad de ser transitorio ya que los inventarios de los importadores y la capacidad ociosa, fundamentalmente de Arabia Saudita, pueden suplir la interrupción del suministro en Libia (se estima que se han perdido unos 300.000 barriles diarios).

No obstante, cabe la posibilidad, no despreciable para los analistas, de que los disturbios se extiendan a otras regiones productoras, algunas de las cuales serían imposibles de cubrir con la capacidad sobrante existente hoy, lo que haría que el aumento de los precios del petróleo fuera mayor y tuviera un carácter más permanente.

En caso de que el choque fuera transitorio se estima que se perderán aproximadamente 0,2 puntos porcentuales de crecimiento en las economías de EE.UU. y Europa.

Detrás de esta simulación hay un aumento temporal del 30% del crudo durante el primer trimestre del año, hasta los 125 dólares, para volver a 95 en el siguiente trimestre. Esto provocaría una respuesta preventiva del Banco Central Europeo, pero no de la Reserva Federal, de un aumento de las tasas de medio punto porcentual.

Al respecto, de acuerdo a la última presentación de Ben Bernanke, titular de la Reserva Federal (FED), ante el Senado norteamericano, él cree que la repercusión de los precios del crudo en la inflación subyacente es limitada y que solo conducirá a un modesto aumento temporal en el índice de precios al consumidor.

Sin embargo, Bernanke también dijo que el incremento sostenido del crudo representaría una amenaza para el doble mandato de la FED (estabilidad de precios y pleno empleo).

Pero en caso de que la crisis petrolera con un aumento del precio del crudo del 30% se hiciera permanente, es decir si se mantuviera entre 120 y 125 dólares el barril, las repercusiones para el crecimiento serían aproximadamente un recorte de medio punto porcentual en 2011 para ambas regiones, a través de diferentes canales y con diferentes pesos en cada una de ellas.
Lo más relevante sería un impacto directo en los costos unitarios y en el Producto potencial; y la respuesta de la política monetaria ante los posibles efectos secundarios.

El efecto directo de los precios del crudo sobre la actividad económica impactaría más en EE.UU. a causa de su mayor gasto energético y de sus menores cuñas fiscales sobre los hidrocarburos, que tiene menos margen para amortiguar la transferencia de los precios del crudo a los productos refinados.

Por otro lado, dado su enfoque más ortodoxo con respecto a los riesgos de los efectos secundarios para la inflación, se teme una respuesta tradicionalmente más agresiva por parte del BCE que de la FED ante ese choque, lo que explica en su mayor parte el impacto de los precios del crudo sobre el crecimiento en la Unión Europea.

De modo que si el shock es temporal los riesgos están más equilibrados pero si la crisis petrolera toma una mayor envergadura y un carácter permanente, acompañada de una respuesta en la política monetaria, se pondría en grave riesgo la recuperación actual en EE.UU. y Europa.
Este panorama guarda relación con el hecho de que las economías más desarrolladas, precisamente sobre las que se guardan esperanzas de recuperación, son más dependientes del petróleo y ejercen una presión adicional en los costos productivos y, por ende, en la inflación mundial, que podría elevarse cerca de un punto porcentual.

Fuente: Gaceta Mercantil

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