Al menos 23 civiles murieron hoy al estallar dos bombas, casi al mismo tiempo, en el oeste de Afganistán, según informaron fuentes oficiales. «Entre los muertos hay mujeres y niños», afirmó Mohiuddin Nori, portavoz del gobernador provincial de Herat.
Allí fallecieron 22 de las víctimas al estallar un artefacto cuando pasaba un vehículo, según informó la agencias DPA.
La segunda bomba explotó casi a la misma hora al paso de un camión en el área de Kotal Turkistán, hiriendo a nueve personas.
«Una mujer murió en el hospital a causa de las heridas», aclaró el portavoz.
En tanto, el vocero de los talibanes, Qari Yusuf Ahmadi aseguró que los milicianos no están involucrados en estos ataques.
Los talibanes atacaron a las tropas afganas e internacionales colocando bombas en las carreteras, lo que también causó una elevada cifra de muertes de civiles.
En un informe presentado por la ONU sobre los muertos civiles en el conflicto el mes pasado, se precisa que 1.460 civiles murieron en los seis primeros meses del año, lo que representa un incremento del 15% con respecto al año pasado.
En tanto, en un atentado suicida contra una base estadounidense en la ciudad de Gardes, en el sureste del país, murieron hoy dos vigilantes afganos, según afirmaron fuentes oficiales.
En otro hecho de violencia, el portavoz del gobierno de la provincia de Paktia, Rohullah Samun, dijo que resultaron heridos siete trabajadores de una empresa de seguridad privada afgana.
«El agresor suicida, relató, hizo detonar los explosivos en la base instalada en la capital provincial».
Un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Paz en Afganistán (ISAF) subrayó que ningún soldado afgano y ni extranjero resultó herido y que el agresor no consiguió entrar en la base.
La ISAF comunicó además que en los combates en la provincia de Nangarhar murieron ayer numerosos insurgentes.
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