Los gobiernos de Argentina y Brasil acordaron hoy afianzar los lazos de cooperación entre los dos países en el área de defensa como una política «estratégica y esencial» para la región.
El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, y su par de Brasil, Nelson Jobim, firmaron hoy en Capital Federal una declaración conjunta con el objetivo de trabajar para efectivizar proyectos vinculados a vehículos y aeronaves militares, apoyo logístico a las campañas antárticas, cooperación para un Atlántico Sur libre de armas nucleares, ejercicios combinados y asistencia a terceros países.
«Con esta declaración profundizamos la colaboración en el área de defensa», remarcó Puricelli, acompañado por Jobim, durante una visita a las instalaciones del Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), conformado por los Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor) y el Taller Almirante Storni (ex Domeq García), en el barrio porteño de La Boca.
Por su parte, Jobim precisó que en el marco de esta declaración conjunta también habrá «tratados sobre la transferencia de conocimientos y tecnologías sensibles, y para ello será necesario firmar un documento de confiabilidad».
Jobim confirmó que Argentina y Brasil continuarán en trabajar en forma combinada en el proyecto para la construcción del avión de carga militar KC-390, proyecto impulsado por la fábrica aeronáutica brasileña Embraer. «Vamos a continuar la gestión del KC-390 con la Fábrica de Aviones de Córdoba para que pueda ella desarrollarse y tener más participación en la elaboración de esta aeronave, que es un avión de muchísima importancia estratégica», indicó el ministro de Defensa del país vecino.
Jobim precisó que este avión estará diseñado para transportar 21 toneladas y «su primer prototipo será en 2016 para tener que este en el mercado en 2018». «Este avión debe estar en 2018 porque ese año cerca de 1500 aviones de transporte militar Hércules van a terminar su ciclo de vida», comentó Jobim.
Agregó que «es importante que la Argentina tenga la participación en la construcción del KC-390, porque la política brasileña en términos estratégico con América latina es la de la colaboración».
«Hay que tener una base industrial de defensa común, con interdependencia entre los países, y esto es la base en la confiabilidad y seguridad de la región», consideró el jefe de la cartera castrense brasileña.
Puricelli y Jobim coincidieron que «no hay hipótesis de conflictos» en la América latina, aunque admitieron que hay que mantener la «disuasión» ante eventuales amenazas.
Jobin mencionó que la OTAN decidió impulsar una «nueva concepción estratégica que posibilita la intervención militar en cualquier parte del mundo fuera de las fronteras de los estados que integran» a esa organización.
El funcionario brasileño recomendó que América latina «tiene que pensar en su objeción» a esta iniciativa de la OTAN. «Esto es muy perjudicial, que no tiene que tener el apoyo de América del sur», finalizó Jobim.
Fuente: diariohoy.net
