Las crecientes tensiones políticas entre el Gobierno de Javier Milei y el Congreso, luego de que diputados de la oposición dieran media sanción a un aumento en las jubilaciones, transformó el mal clima con que el mercado cerró la semana pasada en una tormenta de final por ahora incierto. El fuerte embate del Presidente contra los legisladores y, sobre todo, su mensaje de que que vetará cualquier proyecto que arriesgue el equilibrio fiscal no fue suficiente para apaciguar a los mercados, donde se registró otra jornada de fuerte tensión con pronunciadas caídas en los títulos de la deuda soberana.
Aunque el dólar libre y financiero se mantuvo estable, incluso con leve tendencia a la baja en sus variantes bursátiles, los bonos anotaron retrocesos promedios de 3% -tras caer 5% para luego recortar- mientras que también las acciones cayeron por quinta rueda consecutiva de manera generalizada. El riesgo país, en tanto, se acerca ahora a los 1.600 puntos básicos.
La nueva fórmula jubilatoria que implicaría un aumento del gasto de aproximadamente 0,4 puntos porcentuales del PIB fue categóricamente rechazada por el oficialismo y sería vetada, según se anunció, porque atenta sobre el equilibrio fiscal. Además del énfasis puesto por Milei en esa decisión, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se ocupó en remarcar que si el Congreso insistiera en la norma, se recortarán otras partidas para sostener el superávit fiscal. Pero el temor de los mercados ahora va más allá del proyecto de las jubilaciones y se teme también por el empantanamiento definitivo de la Ley Bases, lo que determinaría la incapacidad del Gobierno para avanzar en una agenda de reformas.