Según un estudio de la consultora D’Alessio IROL, esto se debe a las dificultades de la clase media para acceder a una vivienda. Las dificultades de acceso a la vivienda propia modificó conductas de la clase media, al punto que incide en la postergación de las decisiones de paternidad y de casamiento.
A esa conclusión se arribó en un informe sobre Necesidades de vivienda en la clase media y predisposición ante alternativas de financiación tradicionales e innovadoras», realizado por la consultora D’Alessio IROL para Euromayor a fin de ser presentada en la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Urbanos (AEV).
Entre los datos principales que arrojó la encuesta realizada a 1.293 argentinos de clase media, se destacan:
Seis de cada diez argentinos de clase media desearían comprar una vivienda, pero la mayoría de ellos no cree poder hacerlo en un futuro cercano.
El 70 por ciento de quienes necesitan vivienda afirman que esto influye en su vida.
Entre los cambios producidos a partir de este déficit se destacan la postergación de la paternidad (29 por ciento) y del matrimonio (17 por ciento).
También se retrasa en los jóvenes el abandono del hogar paterno.
Las principales barreras para el acceso son la relación salario/precio y la dificultad para acceder al crédito.
DyN
