El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio De Mendiguren, advirtió hoy que la crisis financiera internacional «va a perjudicar» a la economía argentina. Además, rechazó el aumento del 41% del salario mínimo que planteó Moyano.
El titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, dijo con toda claridad lo que hace semanas se comenta entre los empresarios: «Si Estados Unidos y Europa tienen una caída de la demanda, como su producción también la tienen que colocar en el mundo, eso nos va a perjudicar” y subrayó que la economíaa argentina “no está blindada”.
No obstante, coincidió con la proclamada intención del Gobierno de evitar una brusca devaluación del peso que provoque un salto en el precio del dólar, al considerar que «la modificación del tipo de cambio» soluciona sólo en el corto plazo «la falta de competitividad», debido a que esta última, con el transcurso del tiempo, «vuelve a erosionar» esa «ventaja».
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El presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren y en primera fila Hugo Moyano.
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«Blindada, no, pensar que algún país del mundo pueda estar blindado ante lo que está sucediendo es un error», respondió Mendiguren al ser consultado sobre si la economía de Argentina permanecerá ajena a la crisis financiera internacional.
El presidente de la central fabril calificó como «inédito» al hecho de que «Estados Unidos y Europa, los dos principales centros de desarrollo económico del mundo, estén con una crisis que nadie puede predecir su duración ni su profundidad».
Argumentó asimismo que los países más afectados apelan a «la guerra de monedas, barreras paraarancelarias y medidas fitosanitarias para proteger sus mercados».
«Cuando hay una crisis de este tipo, lo que tratan de hacer los países que tienen la crisis es exportar su crisis a otros países, a otras regiones», alertó.
En esa línea, advirtió sobre una eventual invasión de productos del sudeste asiático, redireccionados a Argentina y otros países de la región ante la imposibilidad del mantenimiento del nivel de su comercialización en las regiones con agudos problemas económicos y financieros.
«Cuando uno mira el nivel de comercio del sudeste asiático con Estados Unidos y Europa, y ve la caída de la actividad de estos últimos, se pregunta: ¿Dónde va a ir esta producción?», alertó, para responderse: «A Argentina y otros países de la región, con algunos años de estabilidad macroeconómica, de acumulación de reservas y precios de materias primas que no se recuerdan, con las que se provee a la zona del eje Asia-Pacífico, a la que afectó menos la crisis».
No a una devaluación
Por último, coincidió con la proclamada intención del Gobierno de evitar una brusca devaluación del peso que provoque un salto en el precio del dólar.
«Compartimos ese criterio: un dólar que permita mantener el programa de crecimiento y de desarrollo económico, llegar al pleno empleo y hacer inversiones de largo plazo en sectores que generan riqueza», remarcó Mendiguren.
Agregó que «no se trata tanto de modificar el tipo de cambio, sino de resolver los problemas de competitividad: atacar los problemas de la coordinación de las políticas macroeconómicas, el tema de los costos estructurales de un país y la litigiosidad laboral».
El presidente de la entidad fabril completó: «En Argentina, históricamente, en vez de atacar el problema de fondo, se quiso resolver todo con devaluación: un espejismo que nada logra». «Con el tiempo, la falta de competitividad vuelve a erosionar la ventaja de esa modificación del tipo de cambio», concluyó.
Críticas a Moyano
Por otro lado, De Mendiguren cruzó el reclamo del líder de la CGT, Hugo Moyano de elevar el salario mínimo de los 1800 pesos a los 2600 pesos. «Siempre que se inicia una negociación, el sindicalismo pide una cifra y el empresario otro y luego se llega a un acuerdo», señaló, pero advirtió que «cuando se habla de 41 por ciento se está muy por encima de la inflación».
De Mendiguren recordó que desde el piso de la crisis en 2002 hasta la actualidad el salario mínimo creció constantemente y superó al de toda la región, por lo cual, razonó que «no hay un atraso para arrancar con la cifra que planteó el sector sindical».
Por otro lado, el presidente de la UIA explicó que un salario de 2.600 pesos de mínimo ya se abona en los sueldos básicos del la industria. No obstante, aclaró que «cada sector económico tiene su particularidad, y en base a ello tiene que hacer sus análisis y fijar su posición cuando sea convocado el Consejo del Salario».
Incluso aclaró que la UIA representa al «sector formal» de los empresarios del sector ya que «el 38 por ciento de la masa salarial sigue en la informalidad», lo que consideró «grave» por «la enorme asimetría de costos que genera».
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