El senador radical está armando equipos de cara a 2015, donde planea dirimir con el líder del PRO la candidatura presidencial de la centroderecha. En los próximos días realizará un acto en Parque Norte y ya hay afiches con su cara en Capital. Otro sector de la UCR negocia con el FAP, que exige encabezar las listas y mantener el nombre.
Tras su frustrada aspiración presidencial en 2011, Ernesto Sanz vuelve a la carga y ya diseña una estrategia electoral de cara a 2015. Para ese entonces, el mendocino imagina un escenario completamente diferente al actual y piensa dirimir su candidatura en una interna con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
Con ese objetivo, Sanz ya está trabajando en la conformación de equipos técnicos. Quien está al frente de esta estrategia es Jesús Rodríguez, que conformó a un grupo de periodistas que trabajan en el discurso y la estrategia de comunicación del senador.
Además, Rodríguez fue el encargado de acercar a diferentes economistas como Lucas Llach y Nicolás Dujovne. Otro nombre al que se lo relaciona es el del ex ministro Martín Lousteau. La idea es hacer mucho hincapié en un perfil de centroderecha pero con fuerte base técnica. Una muestra de ello fue su participación en el seminario: “YPF: una evaluación a un año de la gestión estatal», que reunió a especialistas energéticos en el Senado.
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Afiches de Sanz convocando al lanzamiento de campaña.
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En los últimos días, en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires aparecieron afiches con la cara de Sanz y la leyenda “Pensemos juntos la Argentina Futura”. Ese lema es el utilizado para un acto que se realizará el próximo sábado 4 en Parque Norte y que servirá como lanzamiento de campaña.
La convocatoria a ese encuentro tiene un claro perfil de candidato presidencial y busca plantearse como una opción distinta. “La agenda pública no hace más que obligarnos a dialogar sobre la coyuntura. Debemos mostrarle al país que hay una visión distinta, que supera la falsa dicotomía entre diferentes variantes del peronismo. Aceptamos el desafío y queremos hacernos cargo de la obligación política y cultural que tenemos, una obligación que es un compromiso con el futuro: construir una opción alternativa y superadora. Un camino diferente al populismo y al deterioro institucional”, señala la invitación.
Tal como ocurrió en 2011, los números de las encuestas no son favorables para Sanz y entonces surge la pregunta de por qué el lanzamiento. En principio porque mantiene el apoyo de empresas importantes como el Grupo Techint, que lo impulsan hacia el objetivo.
Pero además, tiene un sentido estratégico: Sanz planea competir en una interna con Macri en 2015 y busca posicionarse como el referente del espacio del radicalismo con el que el líder del PRO empezó a tejer diferentes alianzas distritales.
De la mano del presidente de Boca, Daniel “Tano” Angelici, Macri está construyendo acuerdos con radicales que tienen peso distrital como el intendente de San Isidro, Gustavo Posse; el de Junín, Mario Meoni; el de Neuquén, Horacio “Pechi” Quiroga; el senador tucumano José Cano; o el diputado cordobés Oscar Aguad.
La intención de un acuerdo de este tipo sería darle organicidad a un espacio no peronista que reúna a diferentes sectores de la centroderecha. Sanz quiere posicionarse como un referente del espacio radical que quiere avanzar en ese rumbo y aunque es consciente de una posible derrota ante Macri, sabe que este podría ser un buen camino para reposicionar a la UCR.
Cobos, Alfonsín y el acuerdo con el FAP
En el panorama descrito quedarían afuera otros sectores del radicalismo que buscan ganar impulso en las elecciones de octubre para llegar a 2015 con posibilidades de pelear por cargos ejecutivos, ya sea a nivel nacional o provincial.
Un referente que no entraría en esa idea de Sanz es el también mendocino Julio Cobos. En el entorno del senador, creen que por ahora no es conveniente sumar al ex vicepresidente a esa estrategia. Uno de los motivos es porque no baja su candidatura presidencial.
Pero también ven necesario que Cobos haga una muy buena elección en las legislativas -aspira a encabezar la lista de diputados nacionales por Mendoza- e incluso lo imaginan volviendo a ganar la gobernación de la provincia cuyana, un bastión que el PJ le arrebató a la UCR en 2007.
Por otro lado, tampoco estaría incluido el sector del partido que negocia una alianza con el Frente Amplio Progresista y que podría impulsar la candidatura presidencial del socialista Hermes Binner en 2015, siempre teniendo en cuenta lo que suceda en los próximos comicios.
En ese sentido, las negociaciones avanzan pero el FAP parece firme en imponerle condiciones a la UCR. Según supo LPO, en la última reunión que mantuvieron Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer, al radical le dejaron en claro dos cosas: el FAP está dispuesto a ir con el radicalismo pero no a cambiar su sigla y la líder del GEN tiene que encabezar la boleta en provincia de Buenos Aires.
Se supone que a Alfonsín no le habrá caído nada bien que le ofrezcan el segundo lugar. Pero no fue la única mala noticia que recibió últimamente. Hace algunas semanas, varios líderes del centenario partido se reunieron en la casa del consultor Eduardo Fidanza.
El integrante de Poliarquía, de origen radical, comenzó a trazar un panorama y dejó mal parado a Alfonsín. Fidanza le explicó que en su figura pesa todo lo bueno y lo malo de su padre y que su apellido suma en cualquier alianza electoral. Sin embargo, completó su frase diciéndole que no puede encabezar una lista porque tiene “un techo muy bajo”. Muy molesto, Ricardito se paró y resignado le dijo entre dientes a Sanz: «Ahora el que me baja es Fidanza».
Fuente: La Politica Online