La Argentina perdía 1-0 y la clasificación para el Mundial peligraba y la de los Juegos Olímpicos quedaba casi fuera del alcance. El técnico Walter Perazzo decidió un cambio y de nuevo acertó: Juan Manuel Iturbe por Héctor Cardoza. La joya de 17 años cambió el partido y la suerte del equipo nacional: de su mano, la Argentina ganó 3-2 y mantiene vivas sus esperanzas en el Sudamericano Sub 20 de Perú.
En el vestuario del Estadio Monumental de la Universidad Nacional de San Agustín, el silencio gobernaba. Era el descanso del partido ante Chile y todo era preocupación. La Argentina perdía 1-0 y la clasificación para el Mundial peligraba y la de los Juegos Olímpicos quedaba casi fuera del alcance. El técnico Walter Perazzo decidió un cambio y de nuevo acertó: Juan Manuel Iturbe por Héctor Cardoza. La joya de 17 años cambió el partido y la suerte del equipo nacional: de su mano, la Argentina ganó 3-2 y mantiene vivas sus esperanzas en el Sudamericano Sub 20 de Perú.
Más de lo mismo. Eso fue lo que mostró la Argentina en la etapa inicial. Cuando los dos equipos se estaban acomodando, con algunos avances inquietantes por lado, Chile se encontró en ventaja. Una distracción por la izquierda de la defensa albiceleste motivó una buena jugada individual de Brian Carrasco, que abrió el marcador con un disparo bajo que venció a Esteban Andrada.
En desventaja, el equipo que dirige Walter Perazzo sumó nervios a sus problemas habituales. La falta de ingenio es una característica del equipo en el torneo, que no suele provocar peligro sin caer en pelotazos largos. Lo mejor se genera cuando Michael Hoyos y Rodrigo Battaglia llevan la pelota. Los dos tienen características especiales: mucha técnica, pero con apariciones muy esporádicas en el juego.
Aun con escasa claridad, la Argentina tuvo sus oportunidades. Un tiro libre de Hoyos que pasó cerca del travesaño y una media vuelta de Facundo Ferreira fueron las mejores ocasiones. Pudo irse al descanso con un empate. No hubiera sido injusto, aunque es cierto que se notó un quedo de los chilenos, que dejaron pasar el momento justo para asegurarse el partido. Con el 1-0 y el equipo argentino desorientado, Chile retrocedió en el campo, un error que terminó pagando caro.
Con el ingreso de Iturbe en la segunda mitad, el conjunto celeste y blanco cambió por completo. Encontró más movilidad y le puso velocidad y precisión a un equipo que se movía de un modo más lento. En pocos minutos, la perla de 17 años hizo revivir al equipo.
El mismo tuvo la apertura apenas comenzaba la etapa, pero definió mal de frente al arquero Claudio Santis. Fue un aviso: después llegaron dos errores del árbitro, el peruano Víctor Carrillo, uno a favor y otro en contra de la Argentina. A los cinco minutos, dio un penal por entender un agarrón de Carrasco a Nicolás Tagliafico, que nunca existió. Facundo Ferreyra lo transformó en gol. En la jugada siguiente, apareció esa ley no escrita en el fútbol: la de las compensaciones. Hoyos peinó una pelota parada y su acción terminó en gol, aunque el juez cobró una falta que nadie en todo Perú apreció.
La Argentina mostraba otra cara. Y en un contraataque encontró la ventaja, cuando Iturbe corrió de izquierda a derecha a lo Messi, dejó a dos rivales en el camino con su vertiginoso andar y definió bajo para poner el 2-1. Hubo más: un desborde por la izquierda de Iturbe que Ferreyra definió apenas afuera. El tercer gol estaba cerca y llegó a los 27, con una entrada de Tagliafico, otra gran figura de la noche, para mandar a la red un desborde de Ferreyra. El gol del chileno Gallegos sobre la hora marcó el 3-2 final, más allá de algún susto en la última jugada con una atajada salvadora de Esteban Andrada.
Un primer tiempo en la misma opaca sintonía que se había mostrado en la mayoría de los partidos del torneo. Un segundo con reacción y hasta buen juego. El Mundial parece al alcance de la mano (entran cinco de seis) y todavía se puede soñar con el acceso a Londres 2012 (se clasifican dos). Para eso, hay que repetir lo hecho en la etapa final. Y esperar que Iturbe siga tan iluminado.
Fuente: Mdzol