La canciller alemana apoyó su manejo de la ola migratoria y reiteró que la llegada de más de un millón de inmigrantes es una oportunidad para su país.
Pese a las críticas en Europa y en su país, la canciller alemana Angela Merkel reafirmó hoy su política migratoria y reiteró que la llegada de más de un millón de refugiados es una oportunidad para Alemania.
«Estoy convencida de que, si se aborda correctamente, la gran tarea actual que consiste en recibir e integrar a tanta gente es una oportunidad para el mañana», afirmó Merkel en el mensaje de fin de año, que será difundido esta noche por la televisión y fue comunicado con anticipación a la prensa.En el mensaje, que por primera vez será difundido en internet con subtítulos en árabe, Merkel reconoció que la recepción de nuevos inmigrantes costará dinero y exigirá esfuerzos de integración.
Al mismo tiempo, la canciller exhortó a la unidad de los alemanes y fustigó los discursos y la violencia contra los inmigrantes.La dirigente exhortó a los alemanes a desoír a quienes «con frialdad, e incluso con odio en sus corazones, reclaman para sí mismos el derecho exclusivo a ser considerados alemanes y buscan marginar a los demás». Una declaración considerada como una alusión al movimiento de extrema derecha Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente.
Veinticinco años después de la reunificación, Alemania es suficientemente «fuerte» para enfrentar el desafío de la migración, porque «es evidente que debemos ayudar y recibir a los que buscan un refugio en nuestro país», dijo Merkel.
Esa declaración, al cabo de su año más difícil desde que asumió el poder hace una década, constituye una firme negativa a los que, incluso dentro de su propio partido, la CDU, exigen un cambio de política migratoria.
Sus críticos, en Hungría, Polonia y otros países, consideran que Merkel, al abrir las fronteras a los migrantes, precipitó la llegada masiva de refugiados desde naciones en guerra como Siria, Irak o Afganistán. Frente al descontento y los sondeos en baja, la canciller introdujo algunas modificaciones, endureciendo en particular las condiciones de asilo político.
Según el diario Bild de hoy, el gobierno va a reintroducir en enero el examen individual de las demandas de asilo provenientes de los países en guerra, incluyendo a Siria, para establecer con certeza la identidad y el lugar de origen de cada solicitante.
En el mensaje de fin de año, Merkel indica que quiere una baja «significativa» de la cantidad de migrantes acogidos en Alemania, que según la prensa alcanzó en 2015 la cifra récord de 1,1 millones. Pero al mismo tiempo reitera su negativa a cerrar las fronteras o a fijar una cifra máxima, como pide con insistencia una parte de la opinión pública.