La vicepresidenta tercera de la Legislatura porteña volvió a celebrar la sanción de la Ley que favorece el acceso de la tercera edad al transporte público, durante todo el horario de funcionamiento del mismo.
A menos de una semana de la sesión especial en la que se logró avanzar con esa iniciativa, la vicepresidenta tercera de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y legisladora de Confianza Pública (CP), Graciela Ocaña, celebró nuevamente la sanción de una Ley que establece la gratuidad del acceso a la red de subterráneos para jubilados y pensionados.
En ese sentido, la diputada explicó que “el subte gratuito es un derecho para los jubilados que más lo necesitan” y detalló que “el trámite se puede hacer en las cabeceras de los subtes, en las comunas o por Internet. Nosotros facilitamos la entrega de una tarjeta para que el acceso sea sencillo y sin trabas burocráticas”.
La legisladora también precisó quiénes podrán acceder al nuevo derecho. “El beneficio alcanza a jubilados y pensionados que cobren hasta 2,5 jubilaciones mínimas —es decir, unos 780 mil pesos— y tengan domicilio en la Ciudad de Buenos Aires”, continuó en diálogo con el programa “7 AM” conducido por Nuria Am.
Además, explicó que el sistema contempla una renovación cada cinco años y una baja automática del beneficio si no se utiliza durante dos años consecutivos. “La condición es que estén jubilados. Buscamos que este beneficio llegue a quienes realmente lo necesitan”, completó.
Cabe recordar que, de acuerdo con la iniciativa recientemente aprobada, podrán acceder al beneficio aquellos jubilados y pensionados cuyos ingresos mensuales no superen el valor de dos y medio haberes mínimos jubilatorios fijados por la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS). Es el equivalente a $772.500 sin contar el bono.
Para obtener este beneficio, las personas alcanzadas por la presente ley deberán requerir un pase gratuito. El mismo podrá gestionarse en todas las estaciones cabecera de subterráneos y en todas las sedes comunales, en los días y horarios que disponga la autoridad de aplicación.
El pase gratuito deberá materializarse en forma de tarjeta magnética y tendrá una validez por cinco años, siendo obligatorio renovarlo en caso de extravío. Además, se fija que “si el beneficiario no hiciese uso del pase otorgado por un período de dos años corridos, se le dará de baja al beneficio de forma automática”.
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